Una fotografía aérea de Barcelona te muestra el diálogo entre los viejos pueblos de trazado irregular y la regularidad extrema del Eixample, pero hace invisibles a tantísimas personas. El plano del metro sintetiza los puntos claves de la metrópoli y comunica su naturaleza de red, pero ignora el movimiento del transporte y deja en blanco zonas importantes alejadas de los puestos. "En construcción", de José Luis Guerin, documenta las transformaciones del Raval; "La plaza del Diamante", de Mercè Rodoreda, habla de Gracia durante la posguerra; y "Paseos con mi madre", de Javier Pérez Andújar, explora algunas de las rutas que conectan Barcelona con Sant Adrià del Besòs. Son tres fragmentos inolvidables de tiempo y espacio, pero dejan inevitablemente fuera mundos innumerables.
Las ciudades son inalcanzables. No se pueden representar como totalidad, hay que conformarse siempre con una de las dimensiones que las configuran. Secretos y elocuentes, los pasajes son una de sus dimensiones. Como las plazas o las librerías o los mercados o los cementerios, si los exploras sistemáticamente acabas viendo en ellos una posible ciudad en miniatura.

En esta selección de los pasajes que Xavi Carrión ha fotografiado en los últimos años identificas los contrastes de Barcelona. El pasado rural y la topografía burguesa. Las lavanderas del siglo XIX y las últimas inmigraciones. El abandono y el turismo. Unas conversaciones, unas tensiones que encuentran su perfecta expresión en el blanco y negro, que remite a la memoria urbana, pero tiene la marca del presente. Porque hoy día el blanco y negro no es película, no es impresión de la luz, es electrónica, es un filtro.
Jorge Carrión. Autor del libro "Barcelona, libro de los pasajes"

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